Un equipo internacional de buzos y arqueólogos, de la Institución Oceanográfica Woods Hole en Massachusetts, ha recuperado increíbles reliquias
de un barco griego antiguo que se hundió hace más de 2,000 años en la
isla remota de Anticitera. Las antigüedades rescatadas incluyen
vajillas, componentes del barco y una enorme lanza de bronce que habría
pertenecido a un guerrero de la época.
El naufragio de Anticitera fue descubierto por primera vez en 1900 por buceadores de esponjas, quienes fueron desviado de su rumbo por una tormenta. Posteriormente recuperaron un botín de reliquias que incluía estatuas de mármol y bronce, joyas, muebles, anteojos de lujo y el complejo mecanismo de Anticitera. Pero la misión fue suspendida cuando uno de los exploradores murió y dos fueron paralizados.
Ahora el equipo internacional de arqueólogos ha regresado al peligroso sitio utilizando tecnología de vanguardia. Durante la primera temporada de excavación del 15 de septiembre al 7 de octubre de 2014, los investigadores han creado un mapa 3D de alta resolución utilizando cámaras estereoscópicas montadas en un vehículo submarino autónomo (AUV). Los buzos han recopilado una serie de hallazgos que prueban que la mayor parte del cargamento del barco aún se encuentre debajo del sedimento.
Los hallazgos estaban dispersos en un área mucho más grande de la que los buzos de esponja pensaban, cubriendo 300 metros de la superficie marina. Esto, en conjunto con el tamaño de unas anclas encontradas de más de un metro de largo, demuestra que el barco era más grande de lo que se pensaba, midiendo aproximadamente 50 metros de largo.
Los arqueólogos también recuperaron una jarra intacta, parte de una cama y una lanza de bronce de dos metros de largo. Demasiado grande y pesada para haber sido utilizada como un arma, probablemente perteneció a alguna estatua.
El naufragio data de fechas que van del 70 al 60 a.C. y se cree que llevaba un cargamento de lujo de tesoros griegos de las costas de Asia Menor hacía Roma, cuando fue interceptado por una fuerte tormenta.
Los investigadores planean regresar el próximo año a recuperar más de los tesoros sumergidos. (muyinteresante.com.mx)
El naufragio de Anticitera fue descubierto por primera vez en 1900 por buceadores de esponjas, quienes fueron desviado de su rumbo por una tormenta. Posteriormente recuperaron un botín de reliquias que incluía estatuas de mármol y bronce, joyas, muebles, anteojos de lujo y el complejo mecanismo de Anticitera. Pero la misión fue suspendida cuando uno de los exploradores murió y dos fueron paralizados.
Ahora el equipo internacional de arqueólogos ha regresado al peligroso sitio utilizando tecnología de vanguardia. Durante la primera temporada de excavación del 15 de septiembre al 7 de octubre de 2014, los investigadores han creado un mapa 3D de alta resolución utilizando cámaras estereoscópicas montadas en un vehículo submarino autónomo (AUV). Los buzos han recopilado una serie de hallazgos que prueban que la mayor parte del cargamento del barco aún se encuentre debajo del sedimento.
Los hallazgos estaban dispersos en un área mucho más grande de la que los buzos de esponja pensaban, cubriendo 300 metros de la superficie marina. Esto, en conjunto con el tamaño de unas anclas encontradas de más de un metro de largo, demuestra que el barco era más grande de lo que se pensaba, midiendo aproximadamente 50 metros de largo.
Los arqueólogos también recuperaron una jarra intacta, parte de una cama y una lanza de bronce de dos metros de largo. Demasiado grande y pesada para haber sido utilizada como un arma, probablemente perteneció a alguna estatua.
El naufragio data de fechas que van del 70 al 60 a.C. y se cree que llevaba un cargamento de lujo de tesoros griegos de las costas de Asia Menor hacía Roma, cuando fue interceptado por una fuerte tormenta.
Los investigadores planean regresar el próximo año a recuperar más de los tesoros sumergidos. (muyinteresante.com.mx)
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