


Diamandís Diamandópulos – Talia Florá Karavía / Grecia



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La Guerra Greco-Italiana (1940–1941) fue un conflicto armado que enfrentó a Grecia e Italia, durante el curso de la Segunda Guerra Mundial.
El 28 de octubre, como fue establecido, el embajador italiano le hizo llegar a Metaxas en su domicilio de Kifissia el ultimátum, dándole tres horas para aceptar o rechazar las exigencias italianas.
Según la tradición griega, Metaxas habría respondido al embajador con un único y tajante «Oxi!» («¡No!»), respuesta que es recordada en Grecia cada año en el llamado «Día del No» (fiesta nacional griega).
Emmanuele Grazzi, en su libro El principio del fin — Las operaciones contra Grecia, da su versión de la entrevista entre Metaxas y él:
La Guerra Greco-Italiana (1940–1941) fue un conflicto armado que enfrentó a Grecia e Italia, durante el curso de la Segunda Guerra Mundial.
El 28 de octubre, como fue establecido, el embajador italiano le hizo llegar a Metaxas en su domicilio de Kifissia el ultimátum, dándole tres horas para aceptar o rechazar las exigencias italianas.
Según la tradición griega, Metaxas habría respondido al embajador con un único y tajante «Oxi!» («¡No!»), respuesta que es recordada en Grecia cada año en el llamado «Día del No» (fiesta nacional griega).
Emmanuele Grazzi, en su libro El principio del fin — Las operaciones contra Grecia, da su versión de la entrevista entre Metaxas y él:
Apenas tomamos asiento, y ya que era un poco más de las tres de la mañana, le dije inmediatamente que mi Gobierno me había encargado de hacerle llegar un escrito, que no era si no el ultimátum de Italia a Grecia, con el cual el Gobierno Italiano exigía la disolución de las fuerzas armadas griegas, a partir de las 6 de la mañana del 28 de octubre de 1940. Metaxas comenzó a leerlo. Detrás de los vidrios de sus gafas, veía sus ojos en lágrimas. Cuando terminó de leerlo, me dijo con voz triste pero firme: «Alors, c'est la guerre» («Entonces, es la guerra»).
La hija de Metaxas narra la continuación de este diálogo, que no aparece en las memorias de Grazzi: — «No necesariamente, Excelencia», aludiendo a la posibilidad que Grecia tenía de rendirse. —«Sí, es necesario...», respondió el Primer Ministro. La guerra era inevitable. Tres horas más tarde, las tropas italianas entraban en territorio griego. (es.wikipedia.org)