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INGREDIENTES :
café griego
azúcar
Trataremos de emplear café en polvo tal y como se encuentra en Grecia y que es ligeramente diferente del café en polvo que estamos acostumbrados en Europa Occidental. Si esto no fuera posible podemos emplear el café en polvo convencional (café molido, no me refiero a un café liofilizado) de tipo "natural". No se debe emplear jamás un café molido tipo torrefacto o mixto ya que el "torrefacto" es el resultado de hornear el grano de café con azúcar.
El café griego se toma en tazas de café bastante pequeñas y esa misma taza nos servirá para tomar la medida del agua, el café y el azúcar.
El café que necesitaremos por taza es el contenido en una cucharilla pequeña y el agua la que ocupa la totalidad de una tacita pequeña. Es decir, para hacer cuatro tazas echaremos cuatro cucharadas de café y cuatro tazas llenas de agua. La "cafetera" típica es un cacillo que es fácil de encontrar y que consiste en un cuerpo de acero inoxidable y un mango largo. En Grecia se denomina "briki" y es importante puesto que debemos hervir el café y retirarlo justo cuando alcanza el borde, de ahí lo del mango largo. ¿Y el azúcar? El azúcar tiene un problema en el café griego: no se puede añadir a posteriori. Como no hay un filtro que separe el residuo del líquido cuando servimos el café también cae una importante cantidad de poso que cae, lentamente, en el fondo. Si echáramos azúcar y lo agitáramos tardaríamos bastantes minutos en poder beber la mezcla y ésta probablemente se habría enfriado. Por eso el café griego se debe "prever" según el comensal. Hay tres tipos según el grado de dulzor : el sketos, el metrios y el glikós. El sketos no lleva nada de azúcar. El metrios la mitad y el glikós es el dulce. Generalmente la medida de azúcar es la misma que de café, una cucharadita, por eso para el metrios echaremos sólo media cucharada. Es decir, cogemos el café, el agua y el azúcar y lo echamos en el "briki" y al fuego. Hay que vigilar porque el café sube enseguida : empezará a hacer espumar y cuando esté a punto de salir por la parte superior del cacillo lo separaremos del fuego. Inmediatamente se sirve en las tazas y el comensal tendrá cuidado en no quemarse, en primer lugar, y en dejar un lapso de tiempo corto pero prudencial para que el poso se deposite en el fondo o el primer sorbo nos puede dejar un recuerdo "imborrable". También dependerá de cada uno cuánto apuraremos la taza ya que hacerlo en la totalidad puede ser bastante desagradable.
El café griego se sirve siempre con un vaso de agua frio. Si alguna vez vais a Grecia o Chipre la forma de pedir un cafe es "café helenikós" y a la pregunta que le seguirá responder "sketos, metrios o glikós" para marcar el dulzor deseado.
INGREDIENTES :
café griego
azúcar
Trataremos de emplear café en polvo tal y como se encuentra en Grecia y que es ligeramente diferente del café en polvo que estamos acostumbrados en Europa Occidental. Si esto no fuera posible podemos emplear el café en polvo convencional (café molido, no me refiero a un café liofilizado) de tipo "natural". No se debe emplear jamás un café molido tipo torrefacto o mixto ya que el "torrefacto" es el resultado de hornear el grano de café con azúcar.
El café griego se toma en tazas de café bastante pequeñas y esa misma taza nos servirá para tomar la medida del agua, el café y el azúcar.
El café que necesitaremos por taza es el contenido en una cucharilla pequeña y el agua la que ocupa la totalidad de una tacita pequeña. Es decir, para hacer cuatro tazas echaremos cuatro cucharadas de café y cuatro tazas llenas de agua. La "cafetera" típica es un cacillo que es fácil de encontrar y que consiste en un cuerpo de acero inoxidable y un mango largo. En Grecia se denomina "briki" y es importante puesto que debemos hervir el café y retirarlo justo cuando alcanza el borde, de ahí lo del mango largo. ¿Y el azúcar? El azúcar tiene un problema en el café griego: no se puede añadir a posteriori. Como no hay un filtro que separe el residuo del líquido cuando servimos el café también cae una importante cantidad de poso que cae, lentamente, en el fondo. Si echáramos azúcar y lo agitáramos tardaríamos bastantes minutos en poder beber la mezcla y ésta probablemente se habría enfriado. Por eso el café griego se debe "prever" según el comensal. Hay tres tipos según el grado de dulzor : el sketos, el metrios y el glikós. El sketos no lleva nada de azúcar. El metrios la mitad y el glikós es el dulce. Generalmente la medida de azúcar es la misma que de café, una cucharadita, por eso para el metrios echaremos sólo media cucharada. Es decir, cogemos el café, el agua y el azúcar y lo echamos en el "briki" y al fuego. Hay que vigilar porque el café sube enseguida : empezará a hacer espumar y cuando esté a punto de salir por la parte superior del cacillo lo separaremos del fuego. Inmediatamente se sirve en las tazas y el comensal tendrá cuidado en no quemarse, en primer lugar, y en dejar un lapso de tiempo corto pero prudencial para que el poso se deposite en el fondo o el primer sorbo nos puede dejar un recuerdo "imborrable". También dependerá de cada uno cuánto apuraremos la taza ya que hacerlo en la totalidad puede ser bastante desagradable.
El café griego se sirve siempre con un vaso de agua frio. Si alguna vez vais a Grecia o Chipre la forma de pedir un cafe es "café helenikós" y a la pregunta que le seguirá responder "sketos, metrios o glikós" para marcar el dulzor deseado.
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